He tenido sobrepeso toda mi vida. No he conocido otra manera. Y, con el tiempo, he aceptado mis curvas y mis partes blandas. Pero, hace aproximadamente un año, me lanzaron otra bola curva en materia de autoestima. Me diagnosticaron vitíligo. El vitíligo es una enfermedad autoinmune en la que mi cuerpo mata su propia melatonina, lo que provoca que aparezcan manchas blancas al azar en mi piel.
Esta enfermedad solo afecta al 1% de las personas y suele aparecer antes de los 20 años. No es contagiosa, no tiene cura y no se puede controlar la lentitud o la rapidez con la que se propaga por el cuerpo. En mi caso, empezaron a aparecer 'manchas' en mis brazos, se extendieron a mis manos y ahora hay parches visibles en mi cara.
Desafortunadamente, los efectos secundarios son baja autoestima, depresión e incluso suicidio.
Como mujer de unos 50 años, que irradia confianza en sí misma, uno pensaría que podría manejar esto con facilidad, pero incluso yo me encuentro luchando a veces. Es muy visible, incontrolable e impredecible y puede asustar a las personas porque no conocen o no comprenden el vitíligo.
Por eso creo que apelar es tan importante. La positividad corporal es clave para la confianza y la felicidad. Quiero celebrar mi forma, mis manchas y todo lo demás. Únete a mí, ¿no?
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